Estos días hablando con mi madre por teléfono, me contaba que de joven, sobre 1950, cuando tenía 20 años, con un grupo de amigas fueron al Hospital Oliver a visitar a una viejecita allí hospitalizada.
Mimadre era aficionada a cantar zarzuela, y frecuentaba o pertenecía a un grupo de aficionados de San Roque. Y esta señora mayor lo sabía y le pidió que interpretara unos temas de zarzuela.
En el ala del hospital de las mujeres pronto se escucharon aplausos, y tuvo una petición especial de una romanza de la zarzuela titulada‘La viejecita’, una parte de la letra de lo que cantaba decía más o menos esto:
¡Pobre viejecita! /¡Qué delicadita! /Con la mala noche /medio muerta está. /Aire necesita: /pobre viejecita /con el abanico /resucitará.
A mi madre esto le vino a la mente al escuchar estos días en las noticias lo que está pasando con los mayores, y que, ante el dilema de atender una persona joven o una mayor, optaban por salvar a la joven. Ella, con sus 90 años, me dice que los viejos estorbamos.
El Hospital civil de Oliver fue terminado de construir en 1877 a beneficio perpetuo de los pobres enfermos.
Su construcción corrió a expensas de un rico industrial catalán Agustín Oliver Domènech afincado en Alcoy, dotándolo de los elementos hospitalarios más avanzados de la época
En 1930 llegó a incorporar un pabellón para el tratamiento de la tuberculosis y fue hospital hasta bien entrado el siglo XX.
Era de propiedad municipal y en 1985 fue transferido a la Generalitat Valenciana, acogiendo ancianos hasta 1994 en que pasó a ser sede de la asamblea local de la Cruz Roja.
La Cruz Roja dejó esta ubicación y ocupó dependencias de la estación de ferrocarril. La Conselleria de Bienestar Social se planteó remodelar el edificio para albergar unas 140 plazas para mayores.
Como curiosidad cabe mencionar que, durante las obras de remodelación en el año 2005, en el edificio se registraron fenómenos extraños, según aseguraron vigilantes nocturnos.
Los hechos tuvieron trascendencia nacional de tal manera que en el programa de la Cadena SER ‘Milenio 3’ que dirigía Iker Jiménez, se relataron estos fenómenos: La aparición de un ente después de unos extraños ruidos, una mujer sin rostro definido, vestida con una especie de túnica blanca, que, al toparse con uno de los vigilantes, efectuó un rápido giro y desapareció adentrándose por una de las viejas paredes del hospital. En los lugares que ha habido sufrimiento suelen ocurrir fenómenos paranormales.
Hoy el Hospital Oliver es una residencia de mayores ‘Domus VI Alcoi’ y el coronavirus se ha cebado con ellos.
Alcoy, el Hospital Oliver, la Residencia, otra vez es noticia a nivel nacional por este hecho tan lúgubre de la muerte de cerca de 30 mayores (a fecha de 27/03/2020), causada por esta pandemia que nos tiene aterrados.
Pero parece ser que hoy por hoy en Alcoy los ancianos de Emilio Sala, Preventorio, Solroja, Hogar San José, se están librando o eso indica el mutismo de notas oficiales.
También la muerte en los geriátricos por la pandemia, sucede en la mayor parte de España. Es como una plaga bíblica que causa estragos principalmente entre los mayores.
Y esta destapando el estado, la situación de dejadez y abandono que sufren muchos ancianos.
Aunque también es cierto que el coronavirus nos ha igualado a todos, nadie se libra de poder estar infectado, desde el príncipe Carlos de Inglaterra hasta el más pobre de la India.
Ya para finalizar, menciono la película de los hermanos Coen de 2007 que recibió 4 Oscar, titulada ‘No es país para viejos’, el titulo se escogió de la primera frase que encabezaba un poema de un dramaturgo irlandés del siglo XX y que viene a decir:
No es un país para débiles. Ya no perteneces al país de los jóvenes.
Es también un lamento por la manera en que los jóvenes ignoran la sabiduría del pasado y, presumidamente, de los viejos.
Cómo dice mi madre: Los viejos cada vez estorbamos más en esta sociedad.
Juan Jordá Raduán
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