Ya hemos hablado del proceso diagnóstico y aqui hablaremos de un aspecto muy importante de ese proceso: el “diagnóstico diferencial” o, lo que es lo mismo, de otras condiciones que pueden parecer demencia y no lo son.
En los momentos más iniciales, cuando aparecen los primeros “fallos de memoria” en personas mayores, también hay que pensar en la posibilidad de que se deban al proceso natural de envejecimiento.
También puede que se trate de “Deterioro Cognitivo Leve”, un término que se usa para describir una afección que hace que las personas tengan más problemas de memoria o alteraciones en el pensamiento que lo normal para alguien de su edad pero con capacidad de realizar sus actividades diarias normales y sin síntomas neuropsicológicos.
En ambos casos, un examen neuropsicológicos ayuda a esclarecer de qué se trata. En el caso del Deterioro Cognitivo Leve, el seguimiento es importante ya que en algunos casos puede ser el preludio de una demencia.
Frecuentemente, durante el proceso diagnóstico y sobretodo en personas mayores, hablamos de las “tres Ds”, para recordar que cuando una persona tiene un cuadro compatible con el diagnóstico de Demencia, tenemos que descartar Depresión y Delirium (o “Estado Confusional Agudo”).
Estas tres condiciones pueden tener muchos síntomas parecidos pero con la historia clínica e investigaciones relevantes, las podemos distinguir. Y el diagnóstico de cada una va a llevar a un abordaje o tratamiento completamente distinto. De hecho, tanto la depresión como el delirium son condiciones “reversibles” y tienen cura; la demencia, de momento, no.
La depresión es una enfermedad que siempre debemos descartar cuando una persona mayor se presenta con fallos de memoria y pensamos que puede ser demencia. Las características del déficit de memoria y otros síntomas asociados son distintos en las dos enfermedades, un examen clínico detallado las diferenciará. Pero también hay similitudes. De hecho, el término “Pseudodemencia Depresiva” describe un estado depresivo que asemeja una demencia pero cuya sintomatología es revertida con un tratamiento para la depresión.
El delirium siempre se debe descartar en una persona mayor que presenta fallos de memoria, confusión y otros síntomas cambiantes. En el delirium, la aparición de estos síntomas es rápida y las causas son normalmente trastornos físicos producidos por: infecciones, deshidratación, hospitalización, intoxicación, medicación…La resolución del delirium reside en el tratamiento de estas causas.
Hay otras condiciones reversibles que pueden parecer demencia y debemos considerar e investigar aunque sean menos comunes. La “Hidrocefalia Normotensiva” es causada por aumento de líquido cefalorraquídeo en el cerebro que causa disfunción cerebral y se resuelve con drenaje. El déficit de vitamina B12 y trastornos de la glándula tiroides pueden también semejar una demencia.
En las próximas entregas hablaremos de cómo abordar las demencias.
César Rodríguez Castelló
Médico especialista en Psiquiatría Geriátrica
Miembro del Colegio Real de Psiquiatras (Reino Unido)
Miembro de la Sociedad Española de Psicogeriatría
Miembro del Comité de Expertos de FEVAFA*
* Federació Valenciana d’Associacions de Familiars i Amics de Persones amb Alzheimer
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